Cómo nacen los proyectos? Un día a razón de un acontecimiento especial como el nacimiento de un bebé o porque has visto algo en alguna revista que te encanta nace la idea, después viene la elección de las telas, que no es tarea fácil a veces, pues vas a la tienda con una idea en mente y acabas comprando telas totalmente distintas a las que pensabas. Yo hasta aquí lo tengo bastante claro, lo que más me cuesta es ponerme a diseñar el patrón, porque muchas veces la idea que hemos visto no se acaba de adecuar a lo que realmente queremos y entonces vienen los diseños en papel, dibujos y más dibujos con correcciones de diferentes colores que más bien parecen los dibujos que hace mi niño de tres años que no un futuro proyecto. Al final cuando tienes ya claro como lo vas a hacer y las medidas viene cortar las telas.
Os cuento mi problema con los cortes de telas… es fácil, mi problema se llama Raúl (que es mi niño) porque lo quiere coger todo, cuando tengo la regla me coge la ropa y sino el cuter, o sino el lápiz… es que no hay manera de hacerlo cuando está despierto. Entonces tengo que esperar a que se duerma esperando no dormirme yo en el intento, y después de arreglar un poco la cocina y preparar las mochilas para el día siguiente entonces puedo cortar… aunque hacerlo por la noche tiene una desventaja, porque si aprovechas telas que a veces tienes con la luz artificial no se ven tan bien los colores y alguna vez me ha pasado que a la luz del día he tenido que volver a escoger otras telas porque las que ya tenía no me acababan de gustar.
Una vez cortadas ya es más fácil, siempre y cuando el proyecto no te aburra (como me ha pasado con el cuadro de las confitures de mamie del Atelier d'Isabelle, una tienda con unos diseños divinos, adjunto foto) o no tengas que hacer algo por delante que hace que el proyecto actual se convierta en un UFO (una colcha de ranas para Raúl que prometo que este año termino) te pones a coser, y cuando le estás cogiendo el gustillo al asunto porque ves que el proyecto va tomando forma, entonces te das cuenta que estás viendo el programa de los astros de cualquier canal de la tele, te paras, miras el reloj y empiezan las palpitaciones porque son las dos y mañana hay que trabajar… si a esto le añades que cuando estás a punto de dormirte tu hijo de despierta desde su habitación a voz en grito “Mamá, quiero bibe” pues que pasa lo que pasa… esta mañana me he dormido. Las 8 y yo aún en la cama, los niños por vestir y bueno…
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| Colcha de ranas para Raúl |
Te duchas corriendo, el café con leche (que algo necesito en el estómago), vistes a la peque y empiezas la negociación de cada día con Raúl… no quiero despertarme (por las noches es no quiero dormirme), luego no quiero vestirme, no quiero ir a clase, no me gustan estos pantalones, no, no, no… cuando consigues vestirlo y bajar las escaleras con los dos a cuestas ya sólo falta llegar a clase mirando todos los carteles buscando la letra de Raúl (R) o la letra de papá (P) (empieza a distinguir las letras y estas son las que más le gustan) y cantando canciones, todas ellas distintas y algunas a petición, que como las canta a su manera tienes que descifrar que narices está diciendo lo dejas en clase, vas a dejar a la peque en la guardería y te das cuenta que va cagada… la dejas con el regalito en clase y vas corriendo a por el coche y para el curro…
Y ahí viene cuando te maravillas, porque HOY NO HABÍA TRÁFICO… he llegado a la misma hora que siempre, da igual si salgo a las 8:45, a las 9 o a las 9:05, acabo llegando entre 9:20 y 9:30… no os parece mágia??
Bueno creo que por hoy ya no os cuento más rollos, prometo que la próxima vez aportaré alguna foto de algún proyecto hecho para que lo podáis ver. A ver si hago las fotos a los regalos de Reyes y os los enseño antes de que se vayan con sus dueños definitivos.
Besos y hasta la próxima.
